Nuevamente

Nuevamente estas recostado en tu antigua silla, con tus arrugas y tus canas simulando una capa de nieve; dadivosamente la vida me ha obsequiado verte, y Dios me ha dado la gracia de que aun estés con salud, siempre haciéndome sonreír, siempre dándome un cariño desinteresado, siempre apoyándome en que alcance mis objetivos.

Abuelo eres la fuerza que me invade a continuar colocándome sin duda en tu corazón y tu en el mio. Me arrancas lágrimas que me hacen sentir caricias en mi rostro, contando increíbles anécdotas que contagian una alegría que te hace denotar una sonrisa en tu delicado rostro.

Me entristece saber que en ocasiones soy parte de tus angustias porque sé que eso te hace sufrir y que aunque no lo digas en tu rostro lo enmarca muy bien.

Eres ese padre, que siempre estuvo y estará a mi lado, y mi corazón lo tienes comprado, en toda su amplitud y fuera del alcance de el.

Gracias, y feliz día del padre para todos. Bendiciones. Dios los cuide y proteja hoy y siempre.